En el segundo cuarto del siglo XIX Asturias se erige pionera nacional en la fabricación de conservas alimenticias, una industria transformadora que en nuestra región alcanza especial desarrollo cuando una coyuntura económica favorable abre camino a la modernización de la pesca y propicia la transformación de las antiguas bodegas en modernas fábricas de conservas enlatadas.

A partir de entonces, en numerosos pueblos pesqueros asturianos comienzan a instalarse modernas fábricas de conserva enlatada que se nutrirán mayoritariamente de personal femenino para realizar sus principales tareas. En este periodo, las fábricas de conservas del sector alimentario desarrollan un amplio repertorio de imágenes vinculadas a la publicidad e impulsan las artes gráficas para satisfacer la demanda de litografiado en papel y la fabricación de envases metálicos.

La exposición incide en la evolución y transformación de los modelos iconográficos femeninos como recurso publicitario y aborda el papel que el trabajo de la mujer tuvo para la industria conservera asturiana.